El peso de lo real
Un sondeo reciente de IPSOS reveló que el 75% de los franceses no confía en los políticos y no creen más (ni escuchan) lo que ellos dicen. Los alcaldes, que son los electos más cercanos al pueblo puesto que viven en contacto permanente con ellos han perdido la fe: la mitad entre ellos, desilusionados, no se presentara a las próximas elecciones municipales.
Macron, que ya no sabe a qué santo rezarle, ha intentado hasta lo imposible. Cuanto entonces él ya había desairado el año pasado, el congreso anual de la Asociación de Alcaldes de Francia, vino este año delante de miles de electos reunidos en la Porte de Versalles en Paris para intentar calmar los ánimos con un despiadado número para retenerlos "os necesito...nada se hará sin vuestra ayuda". Pero este viejo juego no ha servido de nada. Una mujer valiente, alcaldesa de un pequeño pueblo en el departamento del Eure, confió a la salida "esperaba que él me subiera los ánimos, he salido tal y como llegué, vacía, estoy muy decepcionada". Desilusionada, ella también, una alcaldesa de Yvelines que tenía demasiadas preguntas comento el acto de Macron el equilibrista "no me da la impresión de haber obtenido alguna respuesta".
Macron el ilusionista...Brice Hortefeux
Si su mujer hubiese sabido transmitirle un mínimo de cultura política e historia, ella le habría hecho leer Karl Marx (pero muy seguramente ella tampoco lo leyó). El 28 de mayo de 1854, Marx escribió: "El Corán y la legislación islámica que emana de él reducen la geografía y la etnografía de los pueblos a la distinción, convenientemente simple, del bien practico de dos naciones y dos territorios, Fiel e Infiel. El Infiel es harby, es decir, el enemigo. El islamismo proscribe y condena a la nación de los Infieles [y postula] un estado de hostilidad permanente entre el musulmán y el no creyente". Este saludable análisis tiene el inmenso mérito de recordar el peso real a los ingenuos y a los inconscientesque entre bobos* (bohemios bolcheviques) intelectuales e incluso que hacen parte de nuestro entorno, quieren creer que estas generosas ideas puedan ser cualquier cosa excepto utopías mortífera
Con respecto a esto, la actualidad trae permanentemente una negación cruel a aquellas y aquellos que quisieran creer que el hombre es, primero, un lobo para el hombre. Igualmente, la tan bella jurista y ministra de justicia Nicole Belloubet parece caer en pique desde arriba descubriendo el reporte confiado en junio a la inspección general de la justicia sorbe los feminicidios. Este que revelo que la justicia sigue fallando en la protección de víctimas de estas violencias. Luego del examen de 88 registros (en 2018 fueron contabilizados 121 feminicidios), las fallas de los servicios del estado aparecen de manera muy preocupante: en el 65% de casos la gendarmería o la policía fueron incautados,
Esto es, a lo que la ministra llama de forma pudorosa e hipócrita "unos malos funcionamientos"...Ella parece tener buenas intenciones en cuanto al recibimiento de víctimas de la violencia "debemos poner en práctica los protocolos existentes para dar encontrar alguna solución a estas fallas, para que no exista en ningún lugar el sentimiento de impunidad, siempre debe haber una respuesta penal". Esperemos a ver, sin hacernos ilusiones, como se traducirá esto en los hechos (pues al seno de la gendarmería y la policía, los borricos misóginos no hacen falta).
Ahora, Macron esta triste porque piensa que Francia "en este momento es muy negativa". Como si no tuviésemos razones de ello. Él es retransmitido por la negra Sibeth Ndiaye que es la portavoz oficial del gobierno para mostrar la belleza de la diversidad (además ella está siendo pagada por ello, y muy bien) y declara "pienso que el ambiente es más bien desastroso". Agrega "hay señales positivas". En aplicación al viejo método del doctor Coué.
El peso de lo real...trece soldados franceses han muerto en Mali. ¿Por quién? ¿Por qué? Por africanos incapaces de defenderse ellos mismos de los islamistas y que, por otra parte, continúan invadiendo nuestra tierra con la bendición de los ricos bien pensantes. Y nos siguen diciendo que estos trece muchachos caídos en tierra maliense han muerto por Francia. ¿Pero ya se han dado cuenta ustedes de lo que se ha convertido Francia? ¿De lo que es ahora? Saludo la memoria de estos trece militares sacrificados y estoy triste por sus familiares, pero siento desprecio y odio por quienes los han mandado a la guerra. Teniendo ahora la exageración insoportable de poner estos trémolos patrióticossobre sus ataúdes.
Pierre VIAL